Angelina es una muchacha como cualquier adolescente.
Desde pequeña demostró contar con una dulzura extraña. Pero su dulce esencia es también la clave de su martirio. Cada ser que la conoce aprende a amarla pero en ocasiones se aprovecha de ella.
El día de su cumpleaños, por un equívoco del azar, descubre que su amado la engaña con otra chica. Enloquece de ira y se sumerge en las tinieblas de una gran decepción.

El dulce encantamiento

A la medianoche, Angelina invoca una plegaria de venganza y sopla las velas de su torta de cumpleaños.
A partir de allí su dulzura queda adormecida. Triunfa en ella el impulso de venganza y todas sus intenciones se ven dirigidas por el odio. Se convierte en el Bombón Asesino.
Desde entonces planifica su venganza pero cada vez que lo intenta, su dulzura existencial se lo impide, produciendo en cambio exquisitos efectos.